Si anteayer cené pizza sin remordimientos, ayer cené espaguettis con nocturnidad y alevosía.
Y aunque la receta es tan fácil que me da apuro ponerla aquí, igual hay alguien que no conoce aún ésta idea tan buena, como me pasó a mí hasta que no la descubrí en Instagram hace poco.Es una forma de matar el gusanillo de comer pasta (ese gusanillo es un clásico recurrente en mí! ) ya sea de día o de noche sin preocuparnos por los carbohidratos ni las calorías.
Son unos espaguetis hechos con calabacín , rápidos y fáciles si tenemos un pelador de esos que sirven para hacer patatas paja.
Es tan fácil cómo lavar y pelar los calabacines y rallar a lo largo.Reducen mucho al cocinar así que para dos raciones normales, sin gula, utilicé tres calabacines grandes.Después de rallarlos, los puse en una sarten con una cucharadita de aceite, les eché sal y los cociné a fuego medio unos pocos minutos hasta que estuvieron un poco hechos pero al dente, como debe ser con la pasta en general.Los acompañé con mi salsa de tomate light casera mezclada con atún al natural bien escurrido y orégano.También le puse queso rallado light por encima y los gratiné.Muy simple pero riquísimo y muy sano.También se pueden hacer con salsa boloñesa preparada de forma fit también.
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